El término Throw-up o vomitado o pota, como su propio nombre indica, se refiere a una versión chapucera en principio de la letra pompa. Son letras con poco diseño, ya que su finalidad era cantidad y no calidad, de ahí que se intenten rellenar las letras con la menor cantidad de pintura posible, generando normalmente un relleno "rayado" en el cual se notan los trazos del aerosol. Al ser tan versátil a la hora del bombardeo, fue ganando adeptos entre los escritores de graffiti. Algunos los perfeccionaron llegando a conseguir diseños impactantes con un tiempo de ejecución mínimo, incluso usándolos a modo de "icono" y perfeccionándolos. Un buen ejemplo de throw-up convertido en marca del escritor es el de Seen o Cope 2, que llegaron a unir calidad y cantidad, aunque sin duda el icono por excelencia de los vomitados (no tanto por su calidad, sino por su cantidad y emplazamiento) fue Cap. El throw-up fue el estilo más utilizado en los 80 en el metro neoyorkin
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