Influencias


El graffiti, en cuanto a influencias se refiere, es un modo de expresión artístico indicativo de un estilo de vida urbano. Sus más directas influencias vienen dadas, pues, por otras expresiones culturales de la calle como puedan ser el rap o el break dance, de hecho es bastante estrecha la relación de estos tres elementos, aunque no siempre.
Seen (con los Picapiedra). Nueva york. Años 80.


Seen (con Junkwafels de Bodé). Nueva York. Años 80.
Plana de cómic de Vaughn Bodé.

Además de la morfología en la escritura y en los estilos de letra de los tags, los throw-ups, wildstyles, etc. El graffiti toma prestados diversos elementos de la iconografía popular como el cómic o los cartoons (dibujos animados). De hecho, la primera y la más destacada influencia viene determinada por el trabajo de Vaughn Bodé (continuado por su hijo Mark Bodé), quienes fueron de los primeros artistas del cómic underground de la década de los sesenta y los creadores de personajes como: Deadbone, Junkwafel, Cheech Wizard o Belinda Bloom. Hoy en día no se puede hablar de la historia del graffiti sin mencionar a Bodé, quien fue objeto de homenajes y dedicaciones por parte de algunos escritores, por ejemplo Kel 129 o Dondi, o incluso su trabajo llegó a hacerse referencia en un tema del legendario grupo de Hip Hop Beastie Boys. Los personajes de Bodé sirvieron como complemento para las piezas de muchos escritores del antiguo metro neoyorkino, aunque hoy en día se sigue haciendo tributo a este artista underground de gran popularidad en la década de los sesenta asociado al movimiento hippie o en los noventa al hip hop.

Gepsy y Clay (con Belinda Bloom de Bodé). Frankfurt. 1996.

Portadas: Erotica y The Saint.
Como anécdota podríamos contar que destaca el cierto contenido erótico de los cómics de Bodé (sobre todo en los de la serie Erotica, plagados de mujeres desnudas) y que, precisamente, ésta es una de las principales razones de que los escritores tuvieran acceso a ellos. En los principios de gestación de la cultura la mayoría de los chicos que comenzaron a pintar tenían una media de unos catorce o quince años de edad, con lo que eran demasiado pequeños para consumir este tipo de revistas por lo que la casi todos ellos las tomaban “prestadas” de sus hermanos mayores. La simple curiosidad de adolescente por el erotismo se convirtió (de manera indirecta) en una de las principales fuentes de inspiración de este arte, inspiración que incluso hoy todavía perdura. Efectivamente, seguimos viendo a Cheech y a Junkwafel en las piezas de muchos autores contemporáneos inspirados a su vez en los de primer generación.
También en sus inicios tuvo especial popularidad entre los escritores la figura del Santo (The Saint), un icono perteneciente a unas novelas basadas en una serie televisiva de carácter popular, que llegaba a reducirse tan esquemáticamente que parecía un monigote infantil o un pictograma.
Nino emulando al símbolo de Miko. Madrid. Final de los 90.

Realismos de Malcolm X y Ice Cube por Rase. Madrid. 1993.
En el graffiti también se perciben ecos publicitarios muy fuertes, especialmente de los grandes carteles de los comercios urbanos y de las grandes marcas. Graffiti y publicidad van en ocasiones estrechamente ligados, y es que, como dice El Tono,“el graffiti es publicidad, y en publicidad si no intentas aparecer por todos los lados, no existes”. También son usados en este arte personajes populares de cómic o cine,textos o citas famosas, iconos universales como el símbolo de la paz... La razón puede ser doble: Simplemente el autor se identifica con la imagen representada o la representa precisamente para llamar la atención de los observadores que reconocen la imagen de una forma inmediata. También, aparte de elementos publicitarios, el graffiti llega a imitar logotipos de marcas o empresas reconocidas adaptándolos al nombre de su autor (método similar al utilizado por el Pop Art, que más que una limitación creativa supone un recurso innovador e ingenioso de reintrepretación). Aunque lo más común es representar personajes carismáticos entre el público adolescente, generalmente superhéroes como Spiderman, Batman, Superman... U otros más populares como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o las más actuales Supernenas. También podríamos destacar la representación de personajes históricos, estrellas del cine o de la música (esto depende de los gustos personales del realizador). También se representan ideologías, mensajes y hasta temas de actualidad de interés social como la droga, la liberación animal y hasta catástrofes humanas como la de las Torres Gemelas o la guerra de Irak, que ya han sido objeto de temática en algunas piezas y murales. En Francia fue muy frecuente durante algún tiempo las frases en piezas de escritores arremetiendo contra Chiraq y las pruebas nucleares.

Pieza estilo tatuaje por Doing. Madrid. 1998.

Daim (con obras de Haring y Van Gogh). Alemania. 1996.

Otra influencia directa sobre el graffiti es la del tatuaje (puerta de salida para muchos escritores) y que de manera recíproca influye en el estilo de las piezas de muchos. Esto se ve sobre todo en la representación de tribales, simetrías, o personajes y elementos típicos del tatuaje como corazones, puñales... Siempre en colores vivos y planos que tanto caracterizan a los tattos.


Muro estilo gráfico por Viagrafik. Wiesbaden. 2003.

Interpretación del Guernica por Euone y Jes. Madrid. 2000.

Como no, el arte influye también de manera directa en muchas de las obras. Se ha representado desde las míticas sopas Campbell de Warhol pasando pon una reinterpretación del Guernica de Picasso o incluso el arte fantástico de Rodney Matthews también ha recibido su homenaje. Aparte de estilos pictóricos o escultóricos, se ha llegado a representar, total o parcialmente, obras de arte tanto clásico como moderno, así obras de Leonardo da Vinci, Dalí, Van Gogh, Lienchestein o Giacometti entre otros, son acompañadas de piezas de escritores con un estilo de graffiti genuino. Como anécdota podría comentar -ya que parece algo casi obligatorio al hablar de graffiti en relación con el arte- es la atribución que se les a dado a personajes del mundo del arte neoyorkino de los 80 de escritores de graffiti. Hablo de Jean Michelle Basquiat y de Keith Haring. El primero, bajo el psudónimo de Samo parece ser (hasta donde he podido saber yo) que si que llegó a escribir su nombre en las paredes y en el metro. Pero queda totalmente fuera de lugar que fuese un hito y mucho menos un escritor activo en la época. De hecho, no he conseguido localizar ni una sola firma u obra suya fuera de otro formato que no fuese un lienzo o similar. Haring, por su parte, nunca se consideró un escritor de graffiti. Sin embargo, si se ha constatado que éste dibujaba en los carteles de las estaciones de metro (no en los vagones) iconos y símbolos típicos de su obra gráfica.


Obra realizada con plantillas. Madrid. 2003.
Por último se podría mencionar la influencia que recibe el graffiti de disciplinas más actuales como el diseño gráfico, la ilustración o la estética de la nueva corriente conocida como Street art. Así, no es raro encontrarnos, aparte de temáticas con alguna de estas estéticas, piezas individuales de escritores en las que se perciben ecos de estas disciplinas, perdiéndose cada vez más la identidad, en algunos casos, del original diseño de letras y colorido típicas del graffiti tradicional. No es raro, pues, encontrarnos con motivos geométricos y formas poligonales, obras a sólo dos colores, recursos tipográficos, etc. En obras de escritores en las que lo que se supone es el factor principal del graffiti, el nombre del autor, se pierde en ocasiones de manera total o parcial. También podemos encontrarno con murales en los que la existencia de letras con morfología del graffiti es nula, llenando sin embargo el espacio con la representación de personajes o fondos realistas. O también podemos encontrarnos con una integración de carteles o plantillas representando personajes, siluetas, tipografías o logotipos componiendo un mural de caracter urbano. Algunos son partidarios de estos avances, de estas nuevas tendencias calificadas como la evolución del graffiti, otros no lo ven así y piensan que estas manifestaciones poco tienen que ver con el fenómeno del writing neoyorkino. Hay quien expresa abiertamente que lo que hace no lo califica explícitamente como graffiti, no sabiendo situarlo entre una obra de arte moderno o una de arte callejero. Hay quien incluso cobra dinero por pintar, la polémica y el debate sigue abierto... Muchas de las cosas que vemos hoy en día que se nos presentan como tal ¿son realmente graffiti?


Personaje por Os Gemeos. Sao Paulo. Final de los 90.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Graffiti Orgánico

Tag con outline

Throw ups